nota editorial conmemorativa
Sociológica, año 31, número 88, pp. 9-25
mayo-agosto de 2016
La consistente aportación de
Sociológica a la consolidación
de la investigación social
en México
Lidia Girola *
A pesar de la idea común y compartida por los practicantes de las disciplinas sociales en México acerca de la crisis que afecta a la sociología, especialmente desde los años ochenta del siglo pasado, el incremento en la masa crítica de las investigaciones, en todos los campos, parece desmentir esa percepción.
Ese notorio crecimiento y diversificación de los productos de investigación puede comprobarse en las principales publicaciones especializadas que, precisamente desde la década de los años ochenta –y en algunos casos con notoria anterioridad– han venido editándose en nuestro país. Los libros de sellos universitarios y comerciales dedicados a explorar y explicar los diversos problemas que caracterizan a nuestras sociedades, junto con las revistas especializadas, pueden dar cuenta de que las ciencias sociales, y la sociología en particular, son un muerto que “goza de cabal salud”.
Como señala Hebe Vessuri: “Las revistas son uno de los elementos que contribuyen a estructurar el mundo científico académico, y sirven para la distribución social global del conocimiento y los valores de la ciencia” (Vessuri, 2013: 205).
La revista Sociológica salió a la luz en 1986. Sus propósitos iniciales eran dar a conocer los resultados de la investigación producidos por el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco (uam-a) fortaleciendo a los investigadores y grupos que lo conformaban, a la vez que fomentar el desarrollo de una cultura sociológica en México. Con el tiempo, sus objetivos se ampliaron y pasó a ser una tribuna donde tanto los científicos consagrados como las mentes jóvenes que inician sus carreras como investigadores, nacionales y/o extranjeros, pueden compartir el fruto de sus pesquisas académicas de calidad.
¿Cuáles son las especificidades de Sociológica? Comparándola con publicaciones similares, quizá lo que distingue a nuestra revista es que da cabida tanto a investigaciones empíricas como a trabajos de contenido más abstracto y general, en sus distintas modalidades. Esto ha hecho que muchos la piensen como exclusivamente teórica, pero nada está más lejos de la realidad. Por varias razones. La primera es que la diferenciación misma entre empiria y teoría debe ser cuestionada: toda investigación empírica tiene un trasfondo teórico, sea por los instrumentos conceptuales y metodológicos utilizados o por los autores y corrientes de pensamiento referidos. Aun cuando los antecedentes teóricos no sean mencionados, en la misma formulación de las preguntas de investigación hay un bagaje teórico que no debiera ignorarse. La teoría está presente siempre, como punto de partida. Por otra parte, también es cierto que en la academia mexicana existe la falsa percepción de que en las ciencias sociales en México, y en especial en la sociología, no se hace teoría. Y eso es porque se tiene una visión limitada acerca de lo que ello significa; en muchos casos, como puede observarse en nuestra revista, los estudios empíricos, de caso, de situaciones específicas, producen –con cierta timidez, sin embargo– generalizaciones y reflexiones que pueden aplicarse a otros casos y situaciones; se trata del indicador evidente de que a pesar de lo restringido de su objeto inmediato la teoría, como punto de llegada, está presente al menos potencialmente.
Más allá de esa razón, hay algo que se debe al estilo específico que presentan las investigaciones sociales en México. Sus objetivos, en muchos casos, son múltiples: lejos de presentar un esquema simple de explicación tipo causa-efecto, pretenden mostrar y describir un problema, una situación o un caso, para de allí extraer conclusiones que pueden no sólo ilustrar problemas, situaciones y casos similares, sino también orientar acciones al respecto. A la vez, trabajos que pueden en principio ser tomados como teóricos, porque discuten las ideas de un autor, o conceptos y categorías, por lo general tienen un propósito que va más allá, asociado con la pertinencia de las teorías formuladas por esos autores para el análisis de la realidad social presente, o con los temas y categorías por ellos propuestos con el fin de explicar, aclarar o profundizar en un problema actual. A todos esos textos, con objetivos diversos y complejos, que pueden partir del análisis de una situación concreta y llegan a conclusiones teóricas de algún tipo o alcance, o del estudio de ciertos conceptos o de ciertos paradigmas explicativos, e intentan aplicarlos a la elucidación de un problema concreto, podemos denominarlos artículos de carácter mixto. Y éstos son los que más abundan en Sociológica.
Podemos encontrar en la revista, obviamente, textos que se dedican exclusivamente al estudio de la obra de uno o varios autores, o de algún concepto o categoría fundamental; que dé cabida a esta variedad de materiales es lo que la ha distinguido de otras publicaciones especializadas en México. También se pueden encontrar artículos que utilizan tanto métodos cuantitativos como cualitativos, y no pretenden más que esclarecer y analizar una situación o problema social en específico, sin intentar establecer una generalización o realizar aproximaciones explícitas a una teoría del tipo que fuere. Ahora bien, si algo caracteriza a la producción publicada en nuestra revista es el predominio de textos con pluralidad de objetivos, que presentan una combinación del trabajo empírico con referentes teóricos.
En los últimos años varios autores han reflexionado acerca de los fines de la sociología como disciplina científica, y también han mostrado cómo los estilos y órdenes argumentativos varían entre las comunidades académicas de los distintos países. Sin entrar abiertamente a ese debate –que por otra parte ha tenido difusión en las páginas de Sociológica y de otras publicaciones en México– es posible señalar entonces que hacer una tajante división entre artículos teóricos y empíricos no sólo no es adecuado en general, sino que en nuestro país esa diferenciación impide apreciar la sociología que realmente hacen nuestras comunidades académicas.
Teniendo en cuenta lo señalado, es sin embargo una de las especificidades de Sociológica –que la define y le provee de un perfil diferenciado y único– la presencia habitual y recurrente de artículos predominantemente teóricos, tanto en su faceta de análisis de sistemas de teoría, como de estudio de la obra de un autor o la comparación entre autores; o el análisis conceptual y categorial; o que hace referencia explícita, incluso en el título del trabajo, a un autor o autores para construir su objeto de análisis, lo que sin duda la distingue de otras revistas del medio, que registran en sus páginas una presencia de artículos de carácter teórico explícito notoriamente reducida.
A lo largo de estos treinta años de vida de la revista, con motivo de algún aniversario, se han hecho revisiones acerca de sus contenidos, como es el caso del extenso trabajo publicado en el número 46 de enero-agosto de 2001 por Vania Salles y Gina Zabludovsky, con ocasión de los primeros quince años de la publicación, donde las autoras definían trece núcleos temáticos en torno a los cuales se había agrupado la producción hasta ese momento; y el de la nota publicada en el número 59 de septiembre-diciembre de 2005, por Laura Moya, conmemorando los primeros veinte años de la revista. De la misma manera, en esta nota voy a hacer una breve revisión de la producción publicada en los últimos quince años, teniendo como ejes principales: a) el recuento de los temas abordados; b) la adscripción institucional de los autores; y c) un sucinto comentario acerca de cuestiones y políticas editoriales, y sobre los condicionamientos externos a la labor editorial de la revista.
Por razones que se explican más adelante, asociadas tanto con sucesos internos a Sociológica como con políticas editoriales, es conveniente hacer un corte en la revisión y, para ello, voy a dividir este recuento en dos periodos, el que va de 2001 a 2009 (números 46-72); y el que inicia en 2010 hasta el primer número del año 2016 (números 73-87).
a) Como señala Laura Moya en su nota del número 59: “Las publicaciones y ediciones universitarias pueden ser consideradas como espejos fidedignos de los cambios que experimenta una disciplina; es decir, reflejan con claridad las formas en que las comunidades científicas plantean objetos de conocimiento, las abordan metodológicamente y construyen discursos para comprender el entorno y las coyunturas sociopolíticas y culturales” (Moya, 2005: 8).
Sin pensar que sólo con la lectura de Sociológica podríamos tener una noción amplia y exhaustiva de la sociología que se hace en México –porque para ello evidentemente hace falta considerar todas las publicaciones en los últimos años, incluida la abundante producción de libros especializados–, podemos sin embargo tener una visión indicativa de los rumbos que ha tomado la investigación social en nuestro país consultando las páginas de nuestra revista. Así, en una década en la que se vio por vez primera la alternancia de partidos en el gobierno de México y las dificultades de la consolidación democrática, no es casual que los temas que más materiales registran en el conteo referido al primer periodo revisado sean los que tienen que ver con la sociología política, incluyendo diversos subtemas como los referidos a democracia, participación política, elecciones y ciudadanía.
Una de las cuestiones que se considera fundamental para arribar a una sociedad democrática y más justa es la educación, lo que permite entender la razón de que los trabajos relacionados con algún aspecto de la sociología de la educación ocupen el segundo lugar en el conteo.
La revisión y estudio de los instrumentos teóricos y conceptuales que permiten abordar las diferentes temáticas y entender el pasado de la propia sociedad y de las disciplinas sociales que pretenden estudiarla han sido preocupaciones con clara presencia durante el primer periodo revisado.
Los estudios sociológicos y etnográficos sobre migración y los relacionados con cuestiones de género han ido consolidándose como temáticas preferentes en la revista, tendencia que se intensifica en el segundo periodo, a revisar más adelante.
Asimismo, los textos sobre problemáticas urbanas y los de sociología del arte, con trabajos sobre música y cine, han tenido una representación importante en Sociológica en el periodo considerado.
Otros temas, como la sociología de las identidades, el análisis de las políticas públicas, la sociología ambiental, la sociología de la religión, la sociología jurídica, incluyendo estudios sobre criminalidad y drogas, también tienen presencia, aunque menor (Gráfico 1).
Gráfico 1
Temáticas prevalecientes en Sociológica 2001-2009
por número de artículos y notas
El análisis de la obra de uno o varios autores –ya sea como objetivo principal, como recurso heurístico, para construir el objeto de investigación, contrastar los resultados propios o como crítica– registra 48 productos, que no pueden considerarse aparte, sino que están incluidos en el conteo precedente porque son utilizados con propósitos diversos y están presentes en las diferentes temáticas.1
En el periodo que va de 2010 al primer cuatrimestre de 2016, y aun considerando que es la mitad del periodo anterior, la incidencia de los temas experimenta cambios notorios. Si bien la sociología política sigue apareciendo en primer lugar, es evidente el surgimiento de nuevos temas de investigación; también cambia su importancia en relación con problemáticas anteriores: se presentan trabajos sobre la sociología del cuerpo, el amor y las emociones; sociología jurídica, crimen y drogas; sobre nuevas tecnologías (bio o nano); y se mantiene la tendencia al creciente interés por temas como sociologías de género y de las identidades; la migración; la sociología del arte y la sociología histórica. La sociología de la educación, la urbana y la ambiental, aunque presentes, sorprendentemente disminuyen su incidencia, al menos hasta inicios de 2016 (Gráfico 2).
Gráfico 2
Temas predominantes en Sociológica
de 2010 a 2016 por número de artículos y notas
Otros subcampos, como la sociología de las políticas públicas, la rural, la de los movimientos sociales y la sociología de la religión tienen por ahora una presencia escasa.
Si bien es pronto para aventurar una explicación de los cambios temáticos percibidos, sí puede afirmarse que –al menos en Sociológica– los autores publicados se han hecho eco de problemáticas diversas y novedosas; los ejes planteados por Salles y Zabludovsky en 2001, centrados en los temas de la modernidad, la globalización y la crisis de paradigmas, entre otros, se han modificado notoriamente.
Sin embargo, la especificidad de Sociológica en cuanto al estudio de autores y el análisis conceptual se mantiene, ya que encontramos 24 trabajos en donde se analizan no sólo obras importantes, sino que se utilizan los aportes de los diversos teóricos para definir, contrastar o profundizar los temas propios.2
Adriana García Andrade señala que en la década de los años noventa los temas predominantes en el interés de las ciencias sociales, a nivel internacional, eran fundamentalmente cuatro: la globalización, la conformación de un mundo cosmopolita y el impacto que esto podía tener en la disciplina; la llamada crisis de la sociología; la interdisciplinariedad; y el debate acerca de los clásicos. La autora también observa que en la actualidad los temas predominantes, al menos en el mundo anglosajón, se refieren más bien a la revisión de la relación entre Oriente y Occidente; la crisis en las ciencias sociales aparece “domesticada” y se acepta la pluralidad teórica como sinónimo de creación; la interdisciplinariedad es un hecho que se suma a la labilidad de los límites entre disciplinas; y el debate acerca de la importancia de los clásicos ha dado paso al cuestionamiento de su pertinencia para los análisis de las realidades actuales (García, 2003). En cierta medida estos cambios, que se percibían con claridad a inicios del nuevo siglo, han tenido su eco en las páginas de Sociológica.
La influencia de temáticas candentes en México, como la migración y la violencia, en sus diversas manifestaciones, se hace notar sobre todo en los últimos números de la revista.
b) El cambio entre un periodo y otro se muestra también en la adscripción institucional de los autores (Gráfico 3).
Gráfico 3
Periodo 2001-2009 (números 46 al 70).
Autores por adscripción institucional
A partir del número 71, del año 2010, se produce consistentemente un proceso de apertura e internacionalización con respecto a la adscripción institucional de los autores de artículos y notas (Gráfico 4).
Gráfico 4
Periodo 2010- 2016 (números 71 al 87).
Autores por adscripción institucional
Esta modificación sustantiva en cuanto a la adscripción de los autores ha tenido, sin duda, impacto en los contenidos de artículos y notas, que han ampliado y diversificado notoriamente las temáticas abordadas. La incidencia de Sociológica como revista referente en Iberoamérica, y aun en países de habla no hispana, se ha incrementado de manera importante.
c) Finalmente, es necesario señalar que a lo largo de su existencia, Sociológica ha experimentado –como la mayoría de las publicaciones de larga trayectoria– cambios y crisis diversas: la primera, a inicios de la década de los años 2000; la más importante y más cercana, a inicios de la segunda década de este siglo xxi. Cuando hablamos de crisis, debemos tener en cuenta que no siempre se trata de momentos negativos, de colapso y riesgo, sino de oportunidades que situaciones inesperadas –o al menos no buscadas– pueden generar; y también, a las consecuencias de acciones que tienen un propósito más o menos explícito, pero que en sus resultados van mucho más allá de lo planteado inicialmente. Aquí hay que tener en cuenta varios elementos: por una parte, una sustitución importante en cuanto a los responsables de la edición de la revista, a principios del año 2010. Por otra, los requerimientos de una instancia externa, el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt), que retiró en un primer momento de la crisis a Sociológica del Índice de Revistas Mexicanas de Investigación –al cual perteneció intermitentemente desde inicios de la década de los noventa–, y la necesidad de validar nuestra pertenencia al mismo, más la necesidad de incluirnos en los índices internacionales y bases de datos más importantes. Todo ello se logró en 2013, a través de una serie de medidas que contribuyeron a un cambio de imagen y a una transformación profunda en las políticas editoriales.3 Éstas últimas implicaron una apertura a temáticas diferentes y el énfasis en la importancia de las redes académicas como sustento para la revista, a la par que la invitación a autores provenientes de otras latitudes.
Otra situación que ha impactado en la conformación del contenido de Sociológica es que Conacyt ha indicado que los investigadores deben publicar en medios que no sean los de la propia institución, como una manera de evitar la endogamia y garantizar la neutralidad en los procesos de selección y arbitraje de los materiales; esto ha tenido como resultado tangible que los profesores del Departamento de Sociología de Azcapotzalco hayan buscado otros destinos de publicación, lo que se tradujo en una reducción importante de sus artículos en la revista, si bien aún siguen teniendo presencia.
Durante los primeros diez años del siglo, Sociológica continuó presentando un título que englobaba a la mayoría de los artículos publicados, e incluso a las notas, traducciones, entrevistas y reseñas. Sin embargo, a partir del número 73 de 2011 se inició una “nueva época” (marcada entre otras cosas por el leve cambio de imagen), en la que esta característica se pierde, en aras de cumplir las indicaciones de Conacyt, que incluyen abandonar los números temáticos –los cuales podían asemejar la revista a un libro colectivo– como lo habían indicado Salles y Zabludovsky; al mismo tiempo, cambia el perfil y el impacto en el público, que siempre buscó en Sociológica una serie de artículos conectados como guía para introducirse o profundizar en un tema. Como todo cambio, esta modificación ha tenido aspectos negativos tanto como positivos. Entre estos últimos, se encuentra el hecho de “abrir” la revista a contribuciones singulares, no dependientes del trabajo de un coordinador temático, y el de dar cabida a trabajos provenientes de diversos lugares de México y del extranjero en la medida en que son recibidos. La afluencia continua y abundante de estas contribuciones ha permitido a Sociológica diversificar sus materiales; a la vez, por su misma abundancia ha retardado los procesos de publicación de cada material en específico.
A partir de 2015, Sociológica opera a través de una plataforma de acceso abierto, el Open Journal System (ojs), lo cual ha propiciado una mayor transparencia en cuanto a la gestión editorial del arbitraje, que desde mucho antes aplicaba el sistema de doble ciego en la revisión por pares, y que ahora le permite a los autores seguir puntualmente la trayectoria de sus trabajos propuestos. También la vocación de garantizar el libre acceso a la publicación –que se instauró desde 2005 sumando a la edición en papel la versión electrónica– se ha visto reafirmada a través del acceso libre por medio del ojs. Esta plataforma, auspiciada por Conacyt, incluye entre sus ventajas la libre disposición de los materiales en múltiples formatos para todos los lectores, posibilidad que se suma a la de la versión electrónica anteriormente disponible.
En los cuadros 1 y 2 se hace referencia a una serie de estadísticas que expresan la visibilidad y alcance de Sociológica por número de visitas. En el primero podemos observar, además del número de visitas y nuevos usuarios, el de países desde los cuales se han realizado consultas a la revista en su versión electrónica (imágenes 1 y 2), dato especialmente relevante si se considera que todos los continentes se encuentran representados.
Cuadro 1
Visibilidad y alcance de Sociológica por número
de visitas en <www.revistasociologica.com.mx>
Periodo |
Número |
Nuevos |
Número |
Doce meses: 1 de enero de 2015 |
25,484 |
19,893 |
107
|
Tres meses y diez días: 1 de enero de 2016 |
6,671 |
5,234 |
|
Total del periodo: 1 de enero de 2015 al 10 de abril de 2016 |
32,155 |
25,127 |
|
Fuente: elaboración propia, con base en Google Analytics, 11 de abril de 2016.
Imagen 1
Visitas a Sociológica en su versión electrónica,
por ubicación, durante 2015
Fuente: Google Analytics, 11 de abril de 2016.
Imagen 2
Visitas a Sociológica en su versión electrónica, por ubicación,
durante el periodo del 1 de enero al 10 de abril de 2016
Fuente: Google Analytics, 11 de abril de 2016.
Cuadro 2
Visibilidad y alcance de Sociológica por número de visitas
en Redalyc y SciELO
Redalyc 2015 |
Visitas |
Sociológica |
98,178 |
|
|
ScIELO 2015 |
VISITAS |
Sociológica |
193,925 |
Fuente: elaboración propia, con base en Redalyc + SciELO, Visitas-Mes-Revistas Mexicanas 2015.xls, 28 de marzo de 2016.
Como una manera de consolidar nuestra política editorial, en los últimos años se amplió el número de integrantes del Comité Editorial y se aumentó el de asesores externos, investigadores de otras instituciones de educación superior del país y del extranjero, con la peculiaridad de que todos tienen un papel activo en los procesos de arbitraje, entre otras cosas porque se ha buscado que, aun siendo nativos de otra lengua, puedan leer en español y así colaborar con las tares de revisión de los materiales sometidos a evaluación; son por lo tanto dictaminadores efectivos de los materiales a publicar, y su involucramiento con el proceso editorial es permanente.
Una modificación en la Convocatoria enfatizó el carácter de Sociológica como una revista abierta a la publicación de artículos teóricos, empíricos y de carácter mixto de todas las ciencias sociales, siempre que mostraran calidad y rigor; a la vez que se estabilizó el número de artículos (siete por número), y se privilegió la publicación de artículos y notas de investigación por sobre otros materiales complementarios.
Ello ha permitido la consolidación de este proyecto editorial, ambicioso y muy necesario para cumplir con un objetivo principal: la conformación de una cultura de la investigación científica en el campo de las ciencias sociales en México.
Bibliografía
García Andrade, Adriana (2003). “Reflexiones acerca de la sociología ante el nuevo siglo”. Sociológica 18 (53) (septiembre-diciembre): 223-241.
Moya López, Laura (2005). “A veinte años de Sociológica, un balance satisfactorio”. Sociológica 20 (59) (septiembre-diciembre): 7-11.
Salles, Vania y Gina Zabludovsky (2001). “Los laberintos de la sociología en la trayectoria de Sociológica”. Sociológica 16 (45-46) (enero- agosto): 13-110.
Vessuri, Hebe (2013). “¿Quién es el científico social en el siglo xxi? Comentarios desde los contextos académicos y aplicados y desde la corriente principal y la periferia”. Sociológica 28 (79) (mayo-agosto): 201-231.
1 La lista de autores cuyo nombre aparece en el título de artículos y/o notas en el periodo 2001-2009 es larga: Hanna Arendt, Michel Maffesoli, Pierre Bourdieu, Emile Durkheim, Norberto Bobbio, Norbert Elias, Max Weber, Alfred Schutz, Anthony Giddens, Néstor García Canclini, Robert Castel, Elinor Ostrom, Zygmunt Bauman, Montesquieu, Alexis de Tocqueville, Menger, Georg Simme, Ulrich Beck, Werner Sombart, Inmanuel Kant , Michel Fπoucault, Talcott Parsons, Antonio Gramsci, Daniel Cosío Villegas, Lucio Mendieta y Núñez. Entre ellos, destacan principalmente doce textos que abordan el trabajo de Weber, siete de Durkheim, cinco de Arendt, dos sobre Elías y dos sobre Bourdieu.
2 Los autores a los que se dedican estudios específicos en el periodo que va de 2010 al primer cuatrimestre de 2016 son: Talcott Parsons, Antonio Gramsci, Ludwig Wittgenstein, Max Weber, Alfred Schutz, Anthony Giddens, George Simmel, Pierre Bourdieu, Norbert Elias, Emile Durkheim, Ulrich Beck, Niklas Luhmann, Slavoj Zizek, Gilles Lipovetsky, Jean-Paul Sartre, Marcel Mauss y Jeffrey Alexander. Destacan cuatro textos que utilizan a Durkheim, tres a Weber y dos a Elias.
3 Con respecto a los cambios referidos en materia de responsables de la publicación es necesario mencionar algunos que tuvieron lugar en el periodo 2010-2016 y que –sumados al invaluable compromiso académico de varios editores anteriores–, paulatinamente posibilitaron la reincorporación y permanencia de Sociológica en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación del Conacyt, al igual que su posicionamiento como una de las principales revistas de investigación sociológica en América Latina y países hispanoparlantes, permitiendo su incorporación a tres de las bases de datos más importantes: Scopus, Redalyc y ScIELO. A partir del mes de marzo de 2010 se incorporó la doctora Norma Rondero López como directora de Sociológica, y para junio del mismo año la doctora María García Castro asumió el cargo de editora, al tiempo que la licenciada Alejandra Delfina Arriaga Martínez se sumó al equipo como asistente editorial. A partir de abril de 2012 la doctora María García Castro asumió la figura de directora-editora, misma que en marzo de 2014 pasaría a manos de la doctora Lidia Girola Molina, que la dirige hasta el día de hoy.
* Editora de la revista Sociológica. Profesora-investigadora, Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco. Agradezco la colaboración de Alejandra Arriaga en la redacción de esta nota. Correo electrónico: <lgirola2000@yahoo.com>